La aldea de Morente, con menos de un centenar de habitantes, ha vuelto a demostrar que la fuerza de una comunidad pequeña puede convertirse en un fenómeno cultural de referencia. La Fiesta del Chorizo Artesano, que este año celebra su undécima edición, ha evolucionado desde una iniciativa local promovida por un grupo de mujeres hasta consolidarse como un evento reconocido a nivel provincial e incluso nacional.
Según explica Juan Luis Pérez, representante de la Asociación de Vecinos, la fiesta nació “como una iniciativa de la Asociación de Mujeres Grailla, que durante las diez primeras ediciones dinamizaron esta actividad”. Con la natural retirada de estas pioneras —“por cuestiones de edad y lógicas de la vida”, recuerda—, la asociación vecinal asumió el relevo para garantizar la continuidad de una cita que ya forma parte del patrimonio inmaterial de la aldea.
Un legado transmitido por generaciones
El origen de la celebración está ligado a las antiguas tradiciones de la matanza, tan arraigadas en la vida rural. “Todas las mujeres que tienen una cierta edad vivieron con tradiciones como la matanza, y pensaron que era interesante transmitir esos conocimientos que para ellas eran parte de su vida”, explica Pérez. Para muchas vecinas, compartir ese saber no era solo un acto culinario, sino una manera de preservar un modo de vida y un patrimonio etnográfico que, de otro modo, corría el riesgo de desaparecer.
De fiesta local a referente provincial
Con el paso de los años, la Fiesta del Chorizo de Morente ha crecido hasta convertirse en un motor de actividad para la aldea. En cada edición, la plaza se llena de vecinos y visitantes que llegan atraídos por el ambiente festivo y por la autenticidad del evento. “Morente se está convirtiendo en un referente a nivel provincial, autonómico e incluso nacional, de cómo una aldea tan pequeña consigue hacerse ver y estar en el mapa”, destaca Juan Luis Pérez.
El impulso institucional también ha sido clave. El representante vecinal agradece la colaboración del Ayuntamiento, la Diputación y otras entidades que han apoyado la evolución del evento: “Nos ayudan a que seamos una aldea dinámica y que se vea que el territorio rural sigue vivo y presente”.
La antesala de la Navidad en Morente
La fiesta, celebrada a finales de noviembre, se ha convertido en el preludio perfecto de otro de los grandes reclamos culturales de Morente: su Cuento de Navidad. Los ya famosos gnomos, que pueblan la aldea durante el mes de diciembre, han logrado que Morente sea un destino habitual para visitantes de toda la provincia.
“Los gnomos son ya una seña de identidad de la aldea, y la Fiesta del Chorizo es prácticamente el aperitivo de lo que nos espera en diciembre”, afirma Pérez. Las actividades navideñas comienzan oficialmente el 6 de diciembre, coincidiendo con el puente de la Inmaculada, y convierten la aldea en un escenario festivo que atrae a familias y curiosos año tras año.
Una tradición que mira al futuro
Para la comunidad de Morente, la Fiesta del Chorizo es mucho más que gastronomía: es un símbolo de arraigo, continuidad y colaboración intergeneracional. El evento demuestra que las tradiciones, cuando se cuidan, pueden renovarse sin perder su esencia. “Es un día de encuentro, un día de fiesta para compartir con vecinos y visitantes, y un ejemplo de cómo entre todos conseguimos que Morente siga vivo”, resume Juan Luis.
