La oficina de turismo de Montoro ha querido rendir homenaje en su red social a una figura entrañable de la ciudad con un reportaje dedicado a Alfonso Hidalgo Moreno, espartero de 84 años cuya vida y oficio se han entrelazado con la historia y el patrimonio local desde 1942.
Hidalgo, heredero del arte del esparto de manos de su padre, sigue trabajando con esmero en su taller de la calle Corredera, número 73. Su espacio de trabajo es hoy una parada habitual para los turistas que desean conocer el Montoro más auténtico y humano.
La historia de su familia está también marcada por un episodio singular ocurrido durante la Guerra Civil, cuando su padre luchaba en defensa del Puente Mayor junto a un grupo de jóvenes montoreños. Al pedirles más granadas con la expresión “más bombas, niños míos”, el mote de “Niños Míos” quedó ligado para siempre a la familia.
Con sus manos curtidas por el tiempo, Alfonso muestra con orgullo su labor diaria, hecha de tradición, paciencia y amor a su tierra. Su figura no solo es testimonio de una artesanía que resiste al paso del tiempo, sino también un emblema del patrimonio inmaterial que Montoro conserva con afecto.