La comarca del Alto Guadalquivir cordobés se ha consolidado como un referente en depuración de aguas residuales dentro de Andalucía, según el último informe elaborado por Ecologistas en Acción. Este estudio, presentado por noveno año consecutivo, analiza la situación de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) en municipios de más de 2.000 habitantes equivalentes durante 2024, así como la evolución de los últimos doce años. Córdoba vuelve a ser la provincia mejor posicionada de la comunidad, con un grado de cumplimiento que ronda el 85% de media y muy por encima del resto de territorios andaluces. En este contexto, los municipios del Alto Guadalquivir —Adamuz, Montoro, El Carpio-Pedro Abad, Villafranca de Córdoba y Villa del Río— figuran entre las 36 depuradoras cordobesas que cumplen con la normativa vigente. Fuera del análisis se quedó la depuradora existente entre Bujalance y Cañete de las Torres.
De las 39 estaciones analizadas en la provincia, únicamente tres no han superado los controles: Pozoblanco, Baena y El Viso-Villaralto. El resto funcionan correctamente, lo que sitúa a Córdoba a la cabeza de Andalucía en este ámbito. En el caso concreto del Alto Guadalquivir, el informe subraya que las depuradoras operan dentro de los parámetros exigidos, asegurando un tratamiento adecuado de las aguas residuales y evitando vertidos contaminantes al río Guadalquivir y a sus afluentes. Esta circunstancia no solo garantiza la protección del medio ambiente y la biodiversidad, sino que también repercute en la calidad de vida de los vecinos y en sectores clave de la comarca como la agricultura, la ganadería y el turismo.
El documento recuerda que en otras comarcas persisten problemas de gran calado que se arrastran desde hace más de una década, como ocurre con la depuradora de Pozoblanco, que necesita una infraestructura nueva con tratamiento terciario para cumplir con los requisitos medioambientales. Sin embargo, el caso del Alto Guadalquivir es distinto: los municipios que integran la comarca cumplen con las exigencias legales y ofrecen un modelo de gestión estable que ha permitido mantener los buenos resultados año tras año.
Para Ecologistas en Acción, el ejemplo del Alto Guadalquivir refleja que es posible compatibilizar desarrollo económico y protección ambiental cuando las infraestructuras funcionan correctamente y cuentan con el respaldo de las administraciones. Aun así, el colectivo advierte de la necesidad de no bajar la guardia y mantener la inversión pública en este ámbito, ya que la depuración de aguas residuales continúa siendo uno de los retos ambientales más importantes para Andalucía.