El Alto Guadalquivir: El tesoro oculto de Andalucía para la industria cinematográfica

Descubre el potencial cinematográfico del Alto Guadalquivir, una joya oculta con paisajes, arquitectura histórica y escenarios únicos para todo tipo de rodajes.

25 de julio de 2025 a las 11:17h
Actualizado: 25 de julio de 2025 a las 12:20h
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Lopera, decorado de cine. Foto: La Mula
Lopera, decorado de cine. Foto: La Mula

En el corazón de Andalucía, donde el tiempo parece detenerse entre olivares milenarios y la historia se respira en cada rincón, se encuentra un tesoro aún por descubrir por la industria cinematográfica: la comarca del Alto Guadalquivir, en la provincia de Córdoba. Alejada del bullicio de los grandes platós, esta región ofrece un escenario incomparable, con paisajes, arquitecturas y tradiciones que aportan a cualquier producción una autenticidad y belleza visual excepcionales.

Mientras la capital cordobesa ha sido escenario de grandes obras como Hable con ella de Pedro Almodóvar o la legendaria serie Juego de Tronos, los municipios del Alto Guadalquivir —Adamuz, Bujalance, Cañete de las Torres, El Carpio, Montoro, Pedro Abad, Lopera, Villafranca de Córdoba y Villa del Río— guardan un potencial único que apenas comienza a explorarse.

La riqueza de esta comarca reside en su asombrosa diversidad. En cada esquina se entrelazan vestigios romanos y musulmanes, junto a construcciones góticas, barrocas y la singular arquitectura andaluza, marcada por la piedra molinaza, una roca rojiza que otorga un carácter visual inconfundible en localidades como Adamuz, El Carpio, Montoro, Pedro Abad y Villa del Río. Sus paisajes naturales son igual de variados, desde la escarpada Sierra Morena hasta las fértiles riberas del río Guadalquivir, que conecta varios municipios y ofrece un amplio abanico de escenarios para cualquier género cinematográfico.

La comarca ya ha demostrado su capacidad para albergar grandes producciones. La película La Mula, un drama ambientado en la Guerra Civil dirigido por Michael Radford y protagonizado por María Valverde y Mario Casas, eligió varios de estos municipios como escenarios ideales. Bujalance, declarado Conjunto Histórico-Artístico, transformó sus calles y plazas envejeciendo fachadas y cubriendo calzadas con arena para recrear la época, con rodajes en la calle Antón de Castro, plaza de Santa Ana y la calle 28 de febrero. Montoro, con su característica piedra molinaza, no solo fue escenario principal, sino también base de producción, con reconstrucción de trincheras en sus alrededores. Lopera, con su imponente Castillo-Fortaleza, acogió escenas donde fachadas de casas antiguas se adaptaron a negocios de época, evidenciando la flexibilidad de estos pueblos y el compromiso de sus comunidades con el cine.

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Momento del rodaje de La Mula en Lopera. Foto: La Mula

Todos los municipios de la comarca tienen un enorme potencial para acoger producciones cinematográficas. Bujalance, con su Castillo Alcazaba del siglo X y la “Catedral de la Campiña”, ofrece escenarios espectaculares para dramas históricos. Montoro destaca por su Castillo, el Puente de Hierro y la Sierra de Cardeña y Montoro, ideales para diversas ambientaciones. Lopera, con su patrimonio bélico de la Guerra Civil (trincheras, búnkeres), es perfecto para dramas de guerra.

Adamuz, enclavado en Sierra Morena con el Embalse Guadaellato y la Fuente Cabrera, ofrece paisajes naturales y rurales poco explorados. Cañete de las Torres, conocida como la "Villa Botánica" o "Pueblo de las Flores", destaca por su Castillo y las singulares “Escaleras al Cielo”, perfectas para estéticas visuales encantadoras.

El Carpio combina arquitectura militar histórica, como la Torre de Garci Méndez, con un patrimonio industrial notable, además de sus famosas Carreras de Caballos Enjaezados. Pedro Abad alberga la Mezquita Basharat, la primera construida en España en casi ocho siglos, aportando un entorno cultural único.

Villafranca de Córdoba destaca por su diversidad natural — Sierra, Campiña, Guadalquivir —, un observatorio de aves singular y vestigios de la Guerra Civil. Finalmente, Villa del Río, con su Castillo convertido en Casa Consistorial y un Puente Romano, es centro cultural y sede del Festival Internacional de Cine Documental de Córdoba (FICDCOR), demostrando el compromiso local con el sector audiovisual.

El Alto Guadalquivir no es solo un conjunto de pueblos con encanto; es un vasto estudio al aire libre, un lienzo de historias esperando ser contadas. Su riqueza cultural, histórica y natural, junto con la creciente colaboración de sus comunidades, lo posicionan como un destino cinematográfico de referencia. Para cineastas que buscan autenticidad, versatilidad y escenarios inéditos, esta comarca cordobesa es una invitación abierta a descubrir.

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