El pregonero de este año, Diego Mesones Benavides, abrió la feria de El Carpio con un discurso emotivo que combinó agradecimientos personales, recuerdos entrañables y un reconocimiento profundo a las tradiciones locales.
Desde el inicio, Diego mostró su gratitud hacia su esposa, hijas, hermanos y vecinos, destacando el papel fundamental de su familia en su vida. También rindió homenaje a sus padres, Diego y Juanita, reconociendo que todo lo que es se lo debe a ellos.
Durante su intervención, el pregonero rememoró su infancia en la calle El Santo y juventud en el callejón Granero, donde sus padres regentaban una repostería en el casino local. Con cariño evocó a vecinas fallecidas como Lorenza y María “la Rufa”, recordando su influencia en la vida del pueblo.

Diego narró también su trayectoria profesional, desde el servicio militar hasta su carrera como ferroviario con destinos en varias ciudades, y cómo finalmente regresó a Córdoba, cerca de sus raíces, porque “nadie olvida dónde fue feliz”.
El pregón incluyó anécdotas de ferias pasadas, desde la avenida de Andalucía y los coches de choque, hasta casetas emblemáticas y la actuación de Isabel Pantoja, posible gracias a Vidali. Recordó con nostalgia las serenatas con sus amigos del “porrazo” y tradiciones como los toros de fuego, que sigue respetando cada año.
Entre las tradiciones que perduran, mencionó casetas como la del Prendimiento y la de la Cofradía Virgen de la Cabeza, y concursos populares como el de salmorejo, tortilla, gazpacho, aeromodelismo, caballismo, motocross, petanca, tute y dominó, este último con especial cariño por su riesgo de desaparición.
Además, Diego destacó la importancia de los mayores y los carpeños ausentes, recordando la entrañable comida de los mayores y agradeciendo a quienes viven fuera, conectados con su pueblo a través del grupo de Facebook “Mi pueblo El Carpio”, que ya cuenta con más de 4.300 miembros.
El pregón concluyó con un mensaje cargado de emoción y esperanza, deseando una feria entrañable para todos, recordando a quienes no pueden asistir por enfermedad y celebrando la unidad, la alegría y el espíritu de El Carpio.