La comarca celebra con fervor la Inmaculada: Bujalance y El Carpio honran a sus Patronas en una jornada de devoción compartida

La solemnidad de la Inmaculada Concepción volvió a convertirse en un punto de unión entre los municipios de la comarca del Alto Guadalquivir. Tanto Bujalance como El Carpio vivieron este 8 de diciembre una intensa jornada marcada por la tradición, la fe y el sentimiento hacia sus respectivas Patronas, la Virgen Inmaculada del Voto y Nuestra Señora de la Asunción.

Bujalance renueva su histórico Voto de 1679

En Bujalance, los actos organizados por el grupo parroquial de la Patrona, las Parroquías, la Agrupación de Cofradías y el Ayuntamiento comenzaron días atrás con la novena, la visita de los escolares, la ofrenda floral y el pregón de Ana León Acuña. Todo culminó en la parroquia de San Francisco con la solemne eucaristía presidida por el párroco Francisco Roldán.

El momento más significativo llegó con la renovación del Voto a la Inmaculada, tradición que se mantiene desde 1679. La alcaldesa Elena Alba, arrodillada ante el Cristo de la Buena Muerte y con la mano sobre los evangelios, reiteró en nombre de todos los bujalanceños la promesa de defensa del Dogma de la Inmaculada Concepción, pidiendo protección para el municipio en este año. El templo, lleno hasta la última bancada, vivió una de las ceremonias más emotivas de los últimos años.

La procesión comenzó pasado el mediodía, con la Virgen en su paso a costal y estrenando nueva candelería, recorrió las calles del municipio acompañada por la Banda de Música Pedro Lavirgen, las cofradías locales y numerosos vecinos que expresaron su devoción entre aplausos y vivas.

El Carpio reafirma su devoción a la Virgen de la Inmaculada

A pocos kilómetros, El Carpio también vivió una mañana radiante con la celebración de la Eucaristía y la renovación del Voto a la Inmaculada, tradición mantenida por la Hermandad de las Hijas de María. La salida procesional comenzó desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y volvió a llenar las calles del municipio, acompañada por la Agrupación Musical de El Carpio y por el calor de un pueblo volcado con su Patrona.

Uno de los momentos más destacados llegó con la sencilla ofrenda floral de los niños, que aportó ternura y simbolismo a la jornada. Las hermandades carpeñas mostraron, una vez más, la unión y respeto que caracterizan a sus celebraciones, mientras el Ayuntamiento acompañó la procesión en una mañana en la que la emoción, la devoción y la tradición volvieron a entrelazarse bajo un sol radiante.

Tradición compartida en dos pueblos hermanos

Ambos municipios, con celebraciones diferentes pero un mismo trasfondo devocional, han vuelto a demostrar que la solemnidad de la Inmaculada es una cita esencial en el calendario religioso y social de la comarca. La fe, las promesas históricas y la participación de los vecinos han tejido, un año más, un marco común que une a Bujalance y a El Carpio bajo la mirada de sus patronas.