La voz de Bujalance suena en la serie más vista del momento en Netflix. Álvaro Morte, conocido internacionalmente por La casa de papel, vuelve a conectar con sus orígenes en Dos tumbas, la miniserie de tres episodios escrita por el colectivo Carmen Mola y convertida en el último fenómeno de la plataforma.
Aunque nacido en Algeciras, Morte creció en Bujalance hasta los 11 años, etapa en la que se impregnó del acento de la Campiña cordobesa que ahora ha rescatado para interpretar a Rafael Salazar, un padre que, junto a su suegra (Kiti Mánver), busca justicia tras la desaparición de su hija. El actor completó su formación en la Escuela Superior de Arte Dramático de Córdoba, donde dio sus primeros pasos en el teatro.
En Dos tumbas, el intérprete apuesta por un acento natural andaluz que aporta autenticidad a un personaje marcado por la tensión emocional y el dolor. La producción, rodada en localizaciones de Andalucía y Madrid, ha sido descrita como un thriller intenso y sombrío, con contrastes entre la luz de los escenarios y la oscuridad de la trama.
Con esta elección artística, Morte no solo da vida a uno de los personajes más complejos de su carrera reciente, sino que también reivindica el legado de su infancia en Bujalance y la identidad cultural de la provincia de Córdoba.