Cada vez circulan más vídeos de animales salvajes en redes sociales que parecen reales, pero no lo son. Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) alertan de que estas imágenes creadas con inteligencia artificial (IA) confunden al público, sobre todo a los más jóvenes, y pueden tener efectos negativos en la conservación de las especies.
Un leopardo que entra en el patio de una casa y es ahuyentado por un gato, osos saltando en camas elásticas o mapaches navegando sobre cocodrilos. Estos vídeos, que acumulan millones de reproducciones en redes sociales, no son reales, sino producto de la inteligencia artificial.
Ante esta avalancha de contenidos falsos, un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) ha decidido analizar el fenómeno y sus consecuencias. Los científicos del grupo Gesbio —José Guerrero, Francisco Sánchez, Antonio Carpio, Rocío Serrano y Tamara Murillo— alertan de que estos vídeos provocan una visión equivocada de los animales salvajes y una desconexión creciente entre la sociedad y la naturaleza.
Según explica el investigador José Guerrero, estos montajes “muestran comportamientos y hábitats que no existen en la realidad. Ver a un gato enfrentándose a un leopardo crea miedo hacia un animal que, en circunstancias normales, nunca se acercaría a una casa”.
Por su parte, Rocío Serrano señala que los más jóvenes son los más afectados. “Los niños aprenden principalmente a través de imágenes, y estos vídeos les transmiten una idea falsa del mundo natural. Creen que pueden encontrar capibaras o leones en el campo andaluz, lo que genera frustración y desconexión con la fauna real”.
Además, la investigadora Tamara Murillo advierte de un nuevo riesgo: “la creciente demanda de especies exóticas como mascotas. Al ver animales salvajes con comportamientos ‘amables’, algunas personas quieren tenerlos en casa, sin ser conscientes del daño que eso provoca”.
El equipo propone apostar por la alfabetización mediática y la educación ambiental, enseñando a los niños desde edades tempranas a diferenciar entre lo real y lo generado por IA. “Debemos explicar qué es una especie autóctona y qué no lo es. Aquí no hay leones, y eso también forma parte de entender nuestro entorno”, recuerda Francisco Sánchez.
El trabajo de la Universidad de Córdoba, publicado en la revista científica Conservation Biology, abre una nueva línea de investigación sobre cómo los contenidos creados por inteligencia artificial afectan a la conservación de la biodiversidad.