El debate más intenso del último pleno del Ayuntamiento de Pedro Abad giró en torno a la posible instalación de una planta de biometano en el municipio. Aunque aún no existe un proyecto definitivo, sí se ha presentado una solicitud de impacto ambiental, lo que ha encendido todas las alertas políticas y vecinales. En respuesta a una pregunta del Grupo Popular, el alcalde aseguró que su prioridad será "la salud, la calidad de vida y el bienestar de los vecinos".
El regidor pidió a la Junta de Andalucía una regulación clara y homogénea sobre este tipo de infraestructuras, advirtiendo que la indefinición actual puede derivar en graves consecuencias jurídicas para los ayuntamientos. “Negar un proyecto con todos los permisos puede acarrear sanciones millonarias o incluso responsabilidades penales”, subrayó, aludiendo a un caso reciente ocurrido en Lopera.
El Ayuntamiento exige, entre otras condiciones, que se fijen distancias mínimas de al menos dos kilómetros entre estas instalaciones y el casco urbano, como ya establece el Plan de Ordenación Territorial del Alto Guadalquivir. Además, se solicitarán evaluaciones estrictas sobre olores, tráfico, impacto visual e hídrico. “Si el proyecto no es bueno para el pueblo, no lo aprobaré”, concluyó el alcalde, dejando abierta la puerta a una reubicación lejana si fuera necesaria.