La provincia de Córdoba afronta lo que queda del mes de octubre con un nuevo descenso en sus reservas hídricas, consolidando la tendencia a la baja observada desde el final del verano. Según los últimos datos publicados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y recogidos por embalses.net, los pantanos cordobeses se sitúan esta semana al 42,16% de su capacidad total, una cifra que refleja una disminución de más de tres puntos respecto al 45,81% registrado a principios de septiembre.
El Alto Guadalquivir, la zona más castigada
El impacto de las altas temperaturas y la ausencia de lluvias significativas ha golpeado con fuerza a la comarca del Alto Guadalquivir, donde se concentran algunos de los embalses más importantes de la provincia. En las últimas mediciones, el embalse de Yeguas ha pasado del 63,32% de su capacidad al 51,53%, mientras que el Martín Gonzalo desciende del 80,00% al 70,00%. El Arenoso también sufre un notable retroceso, cayendo del 40,12% al 34,13%. Por su parte, el Guadalmellato, uno de los embalses más estables durante el verano, baja ligeramente del 72,79% al 68,03%.
Resto de la provincia: leves descensos y un caso crítico
El embalse de San Rafael de Navallana, que abastece a buena parte del área metropolitana de Córdoba, sigue perdiendo volumen y se encuentra ahora al 39,74%, frente al 42,95% de principios de septiembre.
La situación es aún más delicada en el Vadomojón, que continúa entre los pantanos con menor nivel de agua: apenas alcanza el 16,44% de su capacidad, cuando a inicios de septiembre superaba el 21%.
En el resto de la provincia, varios embalses mantienen cifras más positivas, aunque también con ligeras bajadas. El Bembézar se sitúa en el 79,57%, el Sierra Boyera en el 76,92% y el Puente Nuevo en el 69,04%. El embalse de Guadanuño, de menor tamaño, se mantiene prácticamente estable según los últimos registros disponibles, aunque sin actualización semanal oficial.
Aun así, el caso más preocupante continúa siendo el del Iznájar, el de mayor capacidad de la provincia y uno de los más grandes de Andalucía. Apenas alcanza el 19,13% de su capacidad, una cifra que lo mantiene muy por debajo de la media histórica y lo convierte en un punto crítico del sistema hídrico andaluz. El embalse de La Breña II, segundo en volumen, presenta un nivel del 36,09%, ligeramente superior al 35,12% de septiembre, aunque todavía lejos de los valores deseables.
Un panorama de déficit hídrico generalizado
En conjunto, los datos confirman que la provincia atraviesa un periodo de fuerte déficit hídrico, agravado por la falta de precipitaciones y las altas temperaturas del final del verano y que se han extendido hasta prácticamente mediados de octubre. Las autoridades insisten en la necesidad de una gestión prudente y eficiente del agua de cara a los próximos meses, a la espera de que las lluvias otoñales contribuyan a revertir la situación.