La primera edición de la San Diego Comic-Con en Málaga, celebrada entre el 26 y el 29 de septiembre, reunió a más de 120.000 asistentes según la organización. Entre ellos, numerosos vecinos de la comarca se desplazaron para participar en el evento, atraídos por la presencia de invitados internacionales, paneles temáticos y actividades relacionadas con el mundo del cómic, el cine, la animación y los videojuegos.
El entusiasmo de los fans se vio acompañado de problemas logísticos y de organización, ampliamente comentados en redes sociales. Muchos asistentes señalaron colas interminables para acceder al recinto y a los pabellones, así como dificultades para participar en paneles, comprar merchandising o utilizar servicios básicos como baños y puntos de alimentación. Los términos “Comic-Cola” y “Cola-Con” se popularizaron en Twitter, TikTok y YouTube para describir la experiencia de los asistentes.
Entre los testimonios de los vecinos de la comarca, algunos describieron la espera bajo el sol durante más de una hora y media, pese a contar con entradas reservadas, mientras otros comentaron la imposibilidad de acceder a actividades planificadas con antelación. A pesar de estas dificultades, los visitantes destacaron la diversidad de actividades y la calidad de los invitados, que incluyeron autores de cómic, actores y creadores de contenido reconocidos a nivel internacional.
Otro foco de críticas durante la convención fueron los precios internos y las restricciones iniciales sobre la entrada de comida y bebida, que fueron flexibilizadas a partir del segundo día. Algunos asistentes señalaron que la oferta gastronómica era limitada y con costes elevados, aunque también valoraron que la organización ajustara estas medidas para mejorar la experiencia de los participantes.
La distribución de los stands y los espacios de firma también fue motivo de comentarios: pasillos estrechos y zonas masificadas dificultaron la movilidad y generaron esperas adicionales, mientras que algunos participantes mencionaron que la información sobre accesos y horarios de actividades no siempre fue clara, obligando a improvisar o depender de indicaciones de otros asistentes.
A pesar de las dificultades logísticas, la convención permitió a los vecinos de la comarca disfrutar de encuentros con creadores, firmas de cómics y actividades interactivas, que fueron valoradas positivamente. Muchos coincidieron en que la experiencia, aunque compleja, ofreció oportunidades de disfrute y de participación en un evento internacional que hasta ahora no había tenido lugar en Andalucía.
Las próximas ediciones de la Comic-Con en Málaga ya han sido confirmadas para los próximos años, y la experiencia de esta primera convocatoria servirá como referencia para mejorar la logística y la organización, con el objetivo de ofrecer un acceso más ágil y una experiencia más cómoda para los asistentes.