El IES La Soledad, en Villafranca de Córdoba, ha dado este curso un paso decisivo hacia la internacionalización educativa al estrenar una asignatura optativa basada en el modelo europeo eTwinning. Esta materia, aprobada por la Junta de Andalucía, convierte al instituto en uno de los primeros centros andaluces en trasladar a una asignatura completa el espíritu colaborativo que impulsa la Unión Europea: trabajar en red, compartir proyectos reales y aprender junto a estudiantes de otros países sin necesidad de salir del aula.
¿Qué es el modelo eTwinning?
eTwinning es una plataforma de cooperación escolar creada por la Comisión Europea para que los centros educativos desarrollen proyectos conjuntos a través de internet. Su filosofía se centra en que alumnado y profesorado trabajen como equipos internacionales, utilizando herramientas digitales, metodologías colaborativas y comunicación síncrona y asíncrona. No se trata de una actividad puntual, sino de un marco estable donde los centros pueden crear materiales, proponer retos comunes, compartir resultados y comunicarse mediante videollamadas, foros o presentaciones interactivas.
¿Qué países participan?
Los proyectos del IES La Soledad se desarrollan este curso junto a centros de Noruega y Bélgica, dos socios consolidados dentro del programa europeo. El entusiasmo generado por el alumnado ha llevado incluso a establecer una colaboración con un instituto de San Diego (Estados Unidos). En este último caso, la relación se articula fuera de la plataforma oficial —que no admite países extracomunitarios— mediante herramientas externas como American Classroom, pero siempre siguiendo el mismo espíritu de cooperación internacional.
¿Por qué un instituto de Villafranca de Córdoba incorpora esta materia?
Aunque pueda parecer sorprendente que un centro de un municipio pequeño impulse una optativa de alcance internacional, la decisión tiene lógica: el IES La Soledad acumula años de experiencia como centro Erasmus+, con múltiples movilidades y proyectos previos que le han dado una base sólida de internacionalización. La nueva materia es el resultado natural de ese recorrido. El profesorado quería que la experiencia europea no dependiera únicamente de viajar, sino que impregnara el día a día del aula y ofreciera oportunidades a todo el alumnado.
La optativa, que cursan más de treinta estudiantes de 3.º de la ESO, se imparte durante dos horas semanales. Durante ese tiempo preparan contenidos, elaboran proyectos multimedia y participan en actividades conjuntas con sus compañeros europeos y estadounidenses. La coordinación recae en el departamento de Inglés, pero la materia involucra de forma activa a los departamentos de Geografía e Historia, Dibujo, Artes, Informática, Física y Química y Orientación, convirtiéndola en una asignatura completamente transversal.
El carácter inclusivo es uno de sus pilares: el diseño de actividades permite que alumnado con necesidades educativas participe en tareas creativas, manipulativas y digitales adaptadas a sus ritmos, lo que ha sido especialmente valorado tanto por las familias como por el profesorado.
Para consolidar la iniciativa, el instituto ha puesto en marcha también un grupo de trabajo formado por doce docentes que se están formando en la plataforma eTwinning, en los protocolos europeos de protección de datos y en metodologías de cooperación internacional. Aunque reconocen que la plataforma requiere una curva de aprendizaje exigente, el balance del curso es muy positivo: el alumnado está motivado, aprende a través de proyectos reales y descubre nuevas culturas de manera directa.
El centro ya estudia ampliar la optativa a 4.º de la ESO el próximo curso, con la intención de dar continuidad a un proyecto que, desde Villafranca de Córdoba, está conectando a su alumnado con un mapa educativo global.