El Consejo de Ministros ha aprobado esta semana una modificación del decreto que regula la creación de universidades, con el propósito de poner freno a la expansión descontrolada de instituciones privadas sin garantías académicas suficientes. La medida llega después de que, en los últimos diez años, el número de universidades privadas haya crecido un 117%, mientras que las públicas apenas han aumentado un 2%.
Según el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, España vive una “expansión sin precedentes” de centros privados, muchos de ellos sin apenas investigación ni profesorado estable, una situación que “no tiene comparación en Europa”. La titular del departamento, Diana Morant, ha subrayado que el sistema de igualdad de oportunidades “se está gripando”, ya que las familias con menos recursos encuentran crecientes dificultades para acceder a la universidad pública ante la escasez de plazas y las notas de corte cada vez más altas.
Nuevas exigencias de calidad
El nuevo decreto, que actualiza el aprobado en 2021, introduce una serie de requisitos mucho más estrictos.
Las universidades deberán alcanzar un mínimo de 4.500 alumnos en seis años, acreditar tres programas de doctorado, invertir al menos el 5% del presupuesto en investigación y destinar el 2% de sus fondos a proyectos competitivos. Además, será obligatorio obtener un informe favorable de las agencias de evaluación autonómicas o de la ANECA antes de su creación, un filtro que hasta ahora no era vinculante.
La norma también busca garantizar la solvencia financiera y la estabilidad del profesorado, así como evitar que las universidades funcionen únicamente como centros de docencia sin producción científica. Los nuevos proyectos deberán contar con infraestructuras adecuadas, como laboratorios, bibliotecas o residencias universitarias para al menos el 10% del alumnado.
Andalucía y el caso de Córdoba
Andalucía ha sido una de las comunidades con más movimiento en este terreno. En los últimos años ha autorizado cuatro universidades privadas, pero también ha rechazado dos proyectos por no cumplir los estándares exigidos: la Internacional del Mediterráneo (Almería) y la Internacional Lucio Anneo Séneca (Córdoba), que había suscitado críticas por su limitada oferta investigadora.
En Córdoba, el crecimiento de la demanda de estudios superiores ha llevado a muchos jóvenes a matricularse en universidades privadas, tanto presenciales como online. Según los últimos datos del Ministerio, más de un 30% de los estudiantes cordobeses cursan actualmente sus estudios en centros privados, un porcentaje que crece año tras año.
Impacto en la comarca del Alto Guadalquivir
En la comarca del Alto Guadalquivir, los municipios registran cada vez más alumnos que optan por universidades privadas a distancia, atraídos por la flexibilidad y ante la dificultad de acceder a titulaciones muy demandadas en la Universidad de Córdoba, como Medicina, Psicología o Ingeniería.
Sin embargo, esta tendencia plantea nuevos desafíos. El aumento de la enseñanza universitaria privada acentúa la brecha económica entre los jóvenes que pueden asumir el coste de una matrícula más alta y aquellos que dependen de las opciones públicas. Con el nuevo decreto, el Gobierno pretende garantizar que la expansión del sistema universitario no se base en criterios puramente comerciales, sino en estándares de calidad y sostenibilidad a largo plazo.