Una importante operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Nacional ha logrado la desarticulación de un grupo criminal itinerante y altamente especializado al que se le atribuyen un total de 13 asaltos a entidades bancarias en varias provincias españolas. Para el municipio de Cañete de las Torres, esta acción policial cobra especial relevancia, ya que este grupo fue el responsable del robo perpetrado en una sucursal bancaria de la localidad el pasado 3 de junio.
La operación ha culminado con la detención de nueve personas. Adicionalmente, se han efectuado once registros domiciliarios y siete en garajes, donde se han intervenido más de 100.000 euros en efectivo, tres armas de fuego, inhibidores y localizadores de frecuencia, diversas herramientas profesionales utilizadas para cometer los robos y cinco vehículos de alta gama.
La investigación se inició en noviembre de 2024, tras la comisión de dos robos graves en entidades bancarias de Navarra. Posteriormente, este grupo extendió su actividad a otras provincias, incluyendo el asalto ocurrido en Cañete de las Torres. Los agentes han subrayado la alta preparación técnica de los asaltantes, quienes seguían un esquema común y meticuloso en la planificación de sus acciones delictivas.
El "modus operandi" del grupo consistía en seleccionar bancos situados en poblaciones pequeñas, con vías de escape rápidas, lo que generaba una elevada alarma social entre los vecinos. Para preparar el robo, colocaban cámaras de vigilancia portátiles con tecnología 4G en tiempo real en las inmediaciones de la sucursal, lo que les permitía controlar la llegada de las fuerzas de seguridad. Una vez asegurada la zona, cortaban el cable de comunicación física de la alarma de la sucursal y cambiaban el bombín de la puerta principal, provocando que la alarma saltara. Los asaltantes se ocultaban hasta que el personal de seguridad realizaba la verificación. Tras estas comprobaciones, visualizadas por los investigados a través de sus cámaras, accedían a la entidad con la nueva llave, inhibiendo simultáneamente los sistemas de alarma para evitar conexiones inalámbricas y destruyendo los medios de grabación. Una vez en el interior, atacaban la caja fuerte utilizando pinzas hidráulicas o radiales para sustraer el efectivo, y abandonaban el lugar rociando la sucursal con productos de limpieza o extintores en un intento de eliminar posibles restos biológicos.
La desarticulación de esta banda supone un golpe significativo contra la delincuencia organizada y un factor de tranquilidad para la seguridad de localidades como Cañete de las Torres, que han sido objetivo de su actividad criminal. La actuación coordinada de las fuerzas de seguridad ha permitido poner fin a las operaciones de un grupo que sembraba la inseguridad en pequeños municipios.