Cuatro vecinos de Villa del Río se encontraban entre los 147 cooperantes de la Asociación ACANSA – Sahara Córdoba que permanecieron más de 24 horas varados en Tinduf (Argelia) debido a la inesperada cancelación del vuelo chárter que debía trasladarlos de regreso a Sevilla. El avión de Air Algérie previsto para la noche anterior nunca llegó a aterrizar y los afectados denuncian que durante toda la jornada la aerolínea no ofreció explicaciones, asistencia ni soluciones claras.
El grupo, integrado por cooperantes de Córdoba capital, Villa del Río, La Carlota, Pozoblanco y otras localidades andaluzas y españolas, había viajado a los campamentos saharauis en una misión humanitaria. Según relataron varios pasajeros, en el aeropuerto estaban programadas tres rutas: Navarra, Extremadura y Andalucía. Sin embargo, ante la caducidad inminente del visado del grupo navarro, el avión destinado a Andalucía fue desviado para cubrir esa ruta, dejando al grupo de ACANSA sin vuelo.
Información contradictoria y ningún apoyo de la aerolínea
Durante las horas de espera, los cooperantes recibieron horarios cambiantes y contradictorios: primero a las 17:00, luego a las 14:00, más tarde a la 1:00 de la madrugada y, finalmente, la posibilidad de salir a las 14:45 haciendo escala en Orán y Argel antes de llegar a Sevilla. Nada llegó a confirmarse hasta la tarde del día siguiente.
“Realmente no sabíamos si íbamos a Sevilla, a Orán o si volaríamos hoy”, explicaban. Denuncian que ni Air Algérie ni las autoridades argelinas facilitaron comida, asistencia o información, pese a las obligaciones de la compañía en casos de cancelaciones y grandes retrasos.
La solidaridad saharaui, única ayuda durante la espera
Mientras tanto, la única asistencia recibida por el grupo de ACANSA llegó de manos de los propios saharauis, que se ocuparon de ofrecer desayuno, comida, merienda y cena a los cooperantes varados. “Ellos se han volcado con nosotros; la aerolínea no ha hecho nada”, lamentaban.
Despegue final tras más de 24 horas de incertidumbre
Tras un día completo de incertidumbre, los 147 miembros de ACANSA pudieron finalmente embarcar rumbo a Andalucía. El grupo agradeció el apoyo del delegado Mohamed Salem, cuya intervención fue clave para resolver la situación.
Ahora, desde la asociación esperan explicaciones oficiales y que se depuren responsabilidades por lo ocurrido, así como el cumplimiento de los derechos que les corresponden como pasajeros afectados por una cancelación.